Una pregunta que con frecuencia nos realizan, es por qué elegir el campo frente a otras inversiones, sean puramente financieras, o negocios propios de la economía real.
El sector agropecuario ofrece rentas ampliamente superiores a las inversiones tradicionales. Y como motor económico, se trata de un sector esencial: recordemos que durante los días más difíciles de la pandemia, el agro que fue una de las actividades que nunca se detuvo.
Año a año, la agricultura y la ganadería argentinas alimentan al mundo, y por eso siempre serán negocios pujantes, presentes, con demanda creciente y sostenida en los mercados internacionales.
A largo plazo, invertir en el agro supera al dólar y a otros instrumentos como refugio de valor. Pero lo más importante, es que cuando invertís en agricultura o ganadería, estás participando en la economía real, lo que significa que formás parte de un negocio real que genera trabajo y dinamiza la economía argentina. Y en una economía sana, la producción siempre le gana a la especulación.
Para quienes quieran diversificar sus inversiones y maximizar el valor de sus ahorros, el campo es una alternativa de inversión muy atractiva, de bajo riesgo y que permite generar ganancias, al mismo tiempo que creamos fuentes de trabajo en uno de los sectores económicos centrales y que más orgullo les genera a los argentinos.
Por lo tanto, invertir en el campo se presenta hoy como una excelente alternativa tanto para pequeños inversores, que quieren que su capital forme parte de negocios reales y al mismo tiempo obtenga altas rentabilidades, como para inversores avanzados, que pretendan diversificar su cartera de inversión entre negocios propios, instrumentos financieros, y negocios pujantes con excelentes retornos como la inversión agropecuaria.
Si querés saber más sobre cómo invertir en el campo, comunicate con nosotros y sumate a los más de 190 inversores de toda argentina que forman parte del fideicomiso agropecuario más antiguo del país.